
Es el nùmero que contrasenala la historia de nuestra humanidad.
Es el nùmero de los meses del ano y de los signos zodiacales, como de los apòstoles. Uno y dos son las cifras que se repiten en el 21 de diciembre de este ano, el 21/12/2012, fecha prevista por el presunto fin del mundo. Del apocalipsis a la matemàtica, el 12 lo vemos siempre por donde quiera; el 12 tiene un alto nùmero de divisores: 2, 3, 4 y 6. El tiempo està convencionalmente subdividido en 12 horas, sistema que es un factor cultural que hemos heredado de Babiloneses y Grecos, la primera civilizaciòn dio a luz el zodiaco y el càlculo del tiempo, la polis de Atenas que fue gobernada por 12 familias, asì como 12 son las divinidades del Pantheon greco.
Hasta todo el Medioevo, el 12 fue un nùmero dominante, antiguamente preferìan utilizar los mùltiplos de 12 y no las fracciones como un dècimo o un centèsimo que no eran considerados estructuras matemàticas fidables, la unidad de misura eran sìmiles a las que todavìa se usan en el mundo anglosajòn como pulgadas y pies.
El nùmero 12 es un sìmbolo de plenitud y madurez. En la mitologia y en algunas religiones como el hebraìsmo por ejemplo, para una mujer el deceavo cumpleanos indica el ingreso a la vida adulta que se celebra con el rito Bar Mitzvah, como està indicadu en la Torah. El 12 es un sìmbolo de integridad también en el cristianismo porque corresponde a la multiplicaciòn de la Trinidad por los 4 puntos cardinales (4x=12). En sànscrito, lengua sagrada del hinduìsmo, el Sol tiene 12 nombres, mientras que en la cosmologìa japonés el creador està sentado sobre 12 cojines.
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