DIANA: Nombre clàsico, propio de la diosa de la caza y de los bosques. Su etimologìa se enlaza al latìn Dia, es decir "dea" (diosa) y significa "luminosa, esplendente". Diana era también la personificaciòn de la Luna. Su nombre fue abandonado de los ambientes cristianos debido a la matriz pagana, reprendiéndose en el Medioevo y después con mayor éxito a partir de la época renascimental.
JULIO: De origen latìn, desciende directamente del gentilicio Julius, que como significado tiene por "lleno de juventud, de barba suave". Su difusiòn se debe sobretodo a la célebre figura històrica romana de Julio César.
LORENA: Nombre de reciente introducciòn y difusiòn, se afirma sòlo a mitad del siglo XIX y representa un certificado de aprecio y fidelidad hacia la dinastìa de los grandes duques de Toscana, muy abierta e innovativa regiòn de Francia oriental, de la cual se origina en el siglo XI.
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